viernes, 28 de septiembre de 2012

Patricia Ibarra: "España está perdiendo lo mejor que tiene: su gente"

Nombre: Patricia Ibarra Carrión
Edad: 28 años
Profesión: Arquitecta
Nivel de estudios: Licenciada en Arquitectura
Lugar de nacimiento: Elche (Alicante)
País de residencia: Suiza (Lucerna)

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
La idea nace tras 6 meses de búsqueda de trabajo y de indicios de alguna oportunidad para optar a algún puesto, ya no directamente relacionado con mi profesión, sino que me aportara algo enriquecedor acorde a mis estudios realizados y mis años de esfuerzo.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
No, no tenia ningún trabajo en el momento de tomar la decisión;  es por ello que decidí abrir horizontes con la simple curiosidad de saber qué estaba pasando en otros países, y con la esperanza de que en algún lugar las cosas tenían que estar funcionando mejor.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Por supuesto, en España las oportunidades para una persona con mi perfil son prácticamente nulas. Las condiciones económicas eran bastante patéticas, aunque en esto momento mi prioridad más que encontrar una estupenda remuneración económica era encontrar un puesto en el que poder crecer y sentirme realizada, con un buen ambiente laboral y buenos proyectos. En España tienes demasiada titulación para trabajar como dependienta pero no tienes la suficiente experiencia para optar a un puesto digno relacionado con tu profesión. Al final, te encuentras atrapado en una laguna de la que no sabes salir.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Está siendo una experiencia dura, por encontrarme lejos de mi familia aunque muy positiva laboralmente. Siento que he tenido muchísima suerte con mi estudio, donde me siento muy valorada y donde aparte de encontrar buenos compañeros y un ambiente de trabajo envidiable, he encontrado unos buenos amigos.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en su actual lugar de residencia?
Sí, por supuesto. Mis condiciones laborales y la remuneración de un puesto como el mío, salvando los distintos niveles de vida del país, es superior al que podría tener en España. Pienso que aquí se cuida más al trabajador, se respetan mucho más las condiciones sociales y los derechos.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Cada día, pero en realidad no echo de menos a España en sí, echo de menos a mi familia, a mi novio y a mis amigos. Si pudiera optar a un puesto parecido en España aunque la remuneración fuera menor me volvería, pero eso es prácticamente imposible.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Toda la culpa. De hecho,  toda esta situación económica, política y social también me empujó a intentar salir y desintoxicarme de tanta negatividad, donde no solo la clase política e instituciones han hecho las cosas mal desde hace muchos años sino que nuestra mentalidad es la culpable de que todo haya funcionado así. En España reina la ley del mínimo esfuerzo, y castigamos a aquel que tiene éxito gracias a su trabajo duro y sacrificio. Lo que importa es poder obtener todo lo que se pueda y pedir, pedir, pedir y criticar…pero que las cosas me caigan del cielo. España necesita a gente que trabaje muy duro para poder salir de esta situación.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Sí, profesionalmente y a nivel personal.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Sí, me considero emigrante y más que emigrante en ocasiones me he sentido inmigrante.  El trato hacia las personas extranjeras en este país, en esta zona es algo diferente al resto. Ciertas actitudes de ciertas personas y ciertos idealismos a veces te hacen sentir que estás de más en este lugar, aparte de la dificultad de la lengua, donde se abren brechas aún más grandes.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Frustración ante la situación actual de España, ante el comportamiento y la mentalidad de los españoles y frustración por no poder sentirme realizada y ganarme la vida con un puesto de trabajo acorde a mis aptitudes y a mi profesión en mi país.
¿Es usted una indignada?
Si, me siento muy indignada, creo que cualquier español debería estarlo, vivimos una situación insostenible donde hace falta que alguien con una visión objetiva tome las riendas del país.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
No, para nada, o quizás sólo por el placer de conocer otro país, nuevas culturas, nueva arquitectura, viajar y aprender idiomas y no por la necesidad de encontrar un trabajo.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Me gustaría volver a España a poder formar una familia con mi pareja dentro de algunos años, con toda la experiencia, bagaje y aprendizaje de todo este tiempo, con una mentalidad abierta, sana y expectante, con ganas de luchar por que las cosas cambien y con una oportunidad laboral que tanto nos merecemos las personas que hemos trabajado duro y sacrificado muchos años de nuestras vidas para tener un trabajo digno.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Que tomaran ejemplo de muchos países europeos. No todo lo bueno es lo mejor ni lo malo lo peor, pero si pueden adaptarse medidas y estudiar las diferentes situaciones de los países que funcionan bien y el porqué, para poder  aplicar a España estas condiciones sociales, económicas y de gestión. La clase política debe pensar que realizan una función social y prestan un servicio, no es optar a un cargo para poder ROBAR y enriquecerse a costa de la gente que sí que trabaja duro de verdad. Desgraciadamente toda esa gente no va a conformarse con lo que recibe de España, que en mi caso es NADA, por ello cada vez más y más personas salen en busca de una oportunidad. España está perdiendo lo mejor que tiene, su gente.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Mª Elena Vázquez: "Creo que la sociedad española es demasiado conformista"

Nombre: Mª Elena Vázquez Hernández
Edad: 29
Profesión: Traductora y profesora de español para extranjeros
Nivel de estudios: Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Murcia.
Lugar de nacimiento: Sevilla
País de residencia: Nueva Zelanda

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Siempre me ha gustado moverme mucho. Cuando empecé a estudiar mi segunda carrera, la de Traducción, tenía claro que debía aprovechar todas las oportunidades que la universidad me diera para salir fuera de España dentro de los programas de intercambio. Marcharse en el marco de uno de estos programas facilita mucho las cosas porque dan más protección y seguridad. Afortunadamente las dos universidades donde he estudiado cuentan con una amplia variedad de intercambios académicos y de prácticas en el extranjero que he exprimido al máximo. Pero no todo ha sido gracias a las circunstancias; yo me pasé los tres años de Traducción (incluido el que estuve de Erasmus) trabajando y esforzándome al máximo, gracias a eso obtuve una nota que me permitió conseguir plaza en las convocatorias que solicité. De ese modo, salí por última vez de España en agosto de 2011 para hacer un curso en Alemania, y de ahí he encadenado Lima, Hamburgo y, ahora, Auckland. Esa última etapa en la universidad es clave, es cuando más ofertas de programas hay y cuando puedes encontrar una oportunidad que defina tu futuro profesional. En mi caso las prácticas que encontré en una agencia de traducción en Hamburgo con la Erasmus Prácticas han resultado en un contrato de trabajo para los próximos dos años.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Cuando tomé la decisión estaba acabando la carrera. Mi idea era marcharme varios meses para adquirir experiencia tanto profesional como personal en distintos campos y en distintas culturas. El problema (y lo que da pena) viene cuando quedarte fuera de España, y más aún de Andalucía, no es una decisión que has tomado sino más bien una obligación profesional.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
De traducción hay algo de trabajo y siempre puedes intentar buscarte cosillas por tu cuenta. Internet ha facilitado mucho el mercado de trabajo para los traductores. El quid son las condiciones laborales y económicas. Los contratos son en prácticas, la estabilidad nula y el sueldo ridículo y humillante. Lo mismo que en todos los demás campos profesionales. Sin embargo, en España la traducción choca con la convicción tan extendida (entre el pueblo llano y las autoridades) de que cualquiera puede traducir y de que una traducción de Google Translator es válida porque "se entiende". La calidad no se valora e incluso hay quien se vanagloria de prescindir de ella por el ahorro económico, con las consiguientes consecuencias en nuestro prestigio de cara al exterior. Yo considero que mi trabajo vale más que lo que están dispuestos a pagar muchas empresas en España, así que me voy a donde me valoren, donde las condiciones de trabajo no sean una burla y donde no te amenacen con echarte a la calle porque siempre habrá otro esperando.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Vivir fuera te enseña a valorar más las cosas de casa a la vez que descubres otras maneras de vivir, otros puntos de vista. Yo creo que es una experiencia casi indispensable, tanto si sale bien como si sale mal. Cuando estás fuera casi todo lo que oyes de tus conocidos en España es "¡Qué suerte!". Tampoco hay que engañarse, trabajar en el extranjero conlleva ciertos retos. Para mí ha sido muy duro estar a la altura de mis compañeros al trabajar "en alemán". Hay que esforzarse y afrontar muchas inseguridades. Ahora me considero afortunada de poder desenvolverme con seguridad en inglés.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en su actual lugar de residencia?
Las condiciones laborales de los profesores en Nueva Zelanda son mejores que en España, empezando por el sueldo. También los chicos son un poco más tranquilos, pero eso es parte de la manera de ser de los neozelandeses. En lo que respecta al sistema social me parece equivalente al español, al menos al que yo dejé hace un año, con cosas mejores y cosas peores. No me gusta que haya que pagar cada vez que necesitas ir al médico de familia, pero a cambio el trato es mucho más atento y la espera menos. En general el personal que trabaja en los servicios (médicos, bancos, bibliotecas) es mucho más cercano. Sin embargo todo esto empieza a cambiar por la gran inmigración de países asiáticos con trabajadores dispuestos a pasar muchas más horas en el trabajo por menos dinero que los neozelandeses de origen europeo.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Sí que la echo de menos. Echo de menos Sevilla, su luz, sus olores, la vida en la calle, las tiendas abiertas hasta tarde, la comida, las fiestas. Echo de menos a la familia y a los amigos, aunque a medida que van pasando los meses cada vez me quedan menos en España, estamos todos repartidos por los cinco continentes. Y temo que eso pase de ser una circunstancia pasajera a una permanente. Yo no pierdo la esperanza de que la situación mejore y pueda trabajar como autónoma desde Sevilla. En cierto modo me siento un poco culpable de no estar allí arrimando el hombro y ayudando a levantar el país, pero tengo la impresión de que a día de hoy sería un esfuerzo en vano.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Los políticos son sólo un reflejo de nuestra sociedad. Nuestros dirigentes son los que salen de las urnas y los que hemos elegido nosotros mediante una ley que, a mí, me parece injusta. Que mientan y roben compulsivamente me parece que es porque los toleramos, como en Valencia o en Andalucía. En otros países no pasaría. Obviamente los gobiernos de los últimos años no están siendo muy profesionales y esta crisis les queda grande. ¿Culpa? Mucha. ¿Le exigimos nosotros seriamente que cambien de rumbo?...
¿Considera positiva su experiencia actual?
Yo creo que casi todas experiencias son positivas y me considero muy afortunada de que me hayan dado la oportunidad de participar en este programa. Espero que, aparte de las cosas que he aprendido a hacer, el apartado en mi curriculum que certifica mi experiencia aquí como profesora de español me ayude algún día a lograr un trabajo en ese campo. Seguramente no es este país pero sí en otros más cercanos al mío.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Ahora que tengo el contrato de Alemania en mis manos ya sí. Antes lo sospechaba pero no lo consideraba como un hecho todavía. Al fin y al cabo yo me he movido principalmente gracias a prácticas y a programas de intercambio, pero ahora que me han ofrecido un contrato laboral en otro país con mejores condiciones que en el mío sí que me considero emigrante. En cualquier caso, como han dicho anteriormente por aquí, el término siempre me trae una sonrisa melancólica y de ternura al evocar a Antonio Molina. Yo creo que la clave está en querer volver y que las circunstancias no te dejen.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Depende del día. Procuro estar informada de lo que pasa en mi país, de las decisiones que toman los políticos y de las que toman los ciudadanos. Cuando hablo con mis amigos, muchos de ellos fuera de Sevilla (o de España) o en paro siento una inmensa pena y frustración. Hemos trabajado muy duro y no nos merecemos esto, o eso es lo que nuestros padres siempre nos han dicho. "Estudia duro y tendrás un buen trabajo". Y no ha resultado así. Pienso que nuestra generación tiene poca resistencia a la frustración y también que nos cuesta desprendernos de muchas comodidades que situamos como prioritarias. Creo, y espero, que la crisis sirva de algo y nos abra los ojos a este respecto. En mi opinión antes de culpar a otros, a la sociedad, a la clase política, a Angela Merkel, al BCE... , la sociedad española tiene que hacer examen de conciencia y darse cuenta de una vez de que no podemos permitir que tantos de nuestros ciudadanos chupen del bote y piensen que son los más listos por aprovecharse del sistema, vivir de subvenciones, de becas indiscriminadas, de enchufes, no pagar impuestos, tolerar la corrupción, etc. Temo que nuestra sociedad de Lazarillos de Tormes y devoción por la picaresca vaya a cambiar mucho en cuanto pasen las vacas flacas. Se seguirá invirtiendo en ladrillo, en turismo no sostenible y en venderle el aceite a los italianos en vez de comercializarlo como nuestro que es. Para mí, los gigantes inalcanzables son la carencia de valores y de ética anclados en nuestra sociedad. Y a veces siento que intentar hacer algo es como echar margaritas a los cerdos. Otros días me levanto más optimista.
¿Es usted una indignada?
Totalmente, desde el primer día. Mi padre dice que las cosas se cambian desde las urnas, a través del voto una vez cada cuatro años. Yo me resisto a conformarme con eso, creo que hay que ir mucho más allá y luchar por lo que se quiere. Creo que la sociedad española es demasiado conformista, nos gusta quejarnos pero no hacemos nada para cambiar las cosas. "Ya lo hará otro" o "no va a servir de nada", es lo que siempre se oye y lo que me indigna. Yo no creo que vaya a cambiar el mundo, pero creo que eso no es motivo para quedarse sentado mirando y, sobre todo, lamentándose. La manifestación del 15 de mayo y las concentraciones a las que asistí aquella semana me emocionaron profundamente. Por fin la gente había despertado y, consiguiéramos algo o no, lo importante es que mucha gente salió a la calle a decir lo que pensaba, y a hablar no sólo el día de las elecciones.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
La verdad es que no lo sé. Yo soy de las que piensa que esta crisis sí se veía venir. Recuerdo cuando mi hermano firmó una hipoteca de unos 50 años; recuerdo que me pregunté qué garantías tenía el banco para pensar que mi hermano fuera a vivir todos esos años. No le vi el sentido. Aunque sí supongo que no pensábamos que fuera a durar tanto. No sé. Hace 5 años yo no me preocupaba por que las cosas fueran a plantearse más o menos fáciles. Cada generación ha tenido que afrontar sus propias dificultades. La vida es así. Y si una cosa aprendí de cuando estuve en Perú de voluntaria en un barrio pobre de Lima es que el ser humano encuentra su manera de sentirse miserable, da igual que tengas más o menos dinero y que vivas en un entorno más o menos favorable. Los países escandinavos tienen los niveles más altos de calidad de vida y luego son los que más se suicidan. No me gusta la autocompasión, no es constructiva. Lamentarnos por la situación no nos va a ayudar, hay que ponerse en marcha y actuar.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Como he comentado antes, me gustaría volver a Sevilla y trabajar de traductora como autónoma. Si hablamos de sueños, pues lo ideal sería trabajar media jornada como profesora de español para extranjeros y la otra media traduciendo. Y si los sueños no tienen límites pues que mis amigos también hayan vuelto y que pueda irme de tapas con ellos, disfrutar de su compañía y de la de mi familia.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Pues yo los mandaría a cada uno a su casa. Creo que lo suyo no tiene remedio, que hay un error de base y de concepto. Creo que ellos hacen su trabajo no como una labor de servicio público sino de forma egoísta e irresponsable. No entiendo la profesión de político; deberíamos elegir y tener a los mejores profesionales de cada ámbito (cultural, económico, administrativo, ...) dirigiendo los distintos ministerios y al país en general. Así que más que un mensaje a ellos le mandaría un mensaje a la sociedad, para que dejemos de dar apoyo con nuestros votos a aquellos que han demostrado con creces que no dan la talla, y permitir el resurgimiento de una nueva clase dirigente
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martes, 11 de septiembre de 2012

Agustín Galiana: "La clase política debería ir renovándose"

Nombre: Agustín Galiana
Edad: 34
Profesión: Actor y Cantante
Nivel de estudios: Licenciado en Interpretación
Lugar de nacimiento: Alicante
País de residencia: España
 
¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
La idea venía pensándola desde octubre del 2011 al ver y vivir la mala situación laboral española de los últimos años. Y aunque el miedo me frenó en un principio, me lancé y en marzo de este año llegué a Paris.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
No estaba "contratado"  en el momento en que tomé la decisión pero sí tenía un par de proyectos por delante. Además, como últimamente todos los trabajos y proyectos  en el mundo de la cultura se sostienen con pinzas decidí arriesgarme y marcharme. Finalmente esos proyectos no salieron. Así que acerté. Trabajar, estoy trabajando siempre. Ya sea entrenándome como actor, tanto en cursos, cortos o series online sin presupuesto, o en mi proyecto musical THE GARBO, que es lo que me ha sujetado artísticamente en los últimos tiempos.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Ni de lo mío ni de los otros. De donde no hay no se pueden sacar condiciones económicas. Por suerte tengo un proyecto personal llamado THE GARBO, con el que ya trabajé mucho en España y con el que he podido trabajar y darme a conocer en la capital francesa, donde he encontrado trabajo de lo mío y del de los otros.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
La experiencia está siendo muy gratificante, pero hay muchas horas de trabajo detrás. La acogida a THE GARBO ha sido magnífica. De hecho lo que conseguí en España en tres años, en Paris lo he conseguido en 3 meses. He sentido que cada paso dado artísticamente se ha valorado infinitamente más que en Madrid. Experimentar otra manera de vivir, aunque sea en el país vecino, siempre le abre a uno los horizontes y me está permitiendo conocerme más y estoy terminando de aprender bien francés. Siempre es enriquecedor salir.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en su actual lugar de residencia?
En París las condiciones son mucho mejores y los salarios también, bastante mejores. Aquí somos más impulsivos y allí más diplomáticos y eso tiene sus pros y sus contras, pero también es una manera de funcionar social y laboralmente.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Por supuesto que la hecho de menos, pero no por estar lejos. Echo de menos a esa España que nunca hemos sido: limpia en justicia, trasparente en política, que cuida de su cultura, que respeta  su historia … y claro que me planteo volver. Tengo muchas ganas de ver a mi familia y amigos. También de tumbarme en el salón de mi casa con mi gato mientras estudio unos textos para ir a un plató a grabar. Claro que tengo ganas.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
La culpa la tiene todo eso y también este sistema que ya no hay quien lo sostenga. La perdida de valores también es otro problema.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Mucho. Venir a Paris me ha dado la posibilidad de renacer, de mostrar mi trabajo sin ningún tipo de juicio de valor. Allí no soy el actor 453, soy  "el nuevo crooner español" que es como la prensa me ha llamado.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Es curioso pero no. En ningún momento he sentido eso. He sido acogido por amigos que me han hecho sentir como en casa.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Yo no lo podría haber expresado mejor. Frustración de ver como un país maravilloso, hablando en plata,  se va a la mierda porque cuatro idiotas están llenando sus arcas personales y dirigiendo a toda una sociedad hacia la catástrofe.  Frustración de ver profesionalmente como las producciones cinematográficas españolas desaparecen y las de televisión se quedan en un cajón, dando poca opción a que trabajemos los actores.Y frustración de ver como después de partirme el cuerno trabajando para sacar un proyecto adelante sin ninguna  discográfica ni productora que lo sujete en un  país donde solo nos preocupamos de salvarnos las espaldas, de promocionar todo lo que ya es muy conocido y popular y no dando lugar a las nuevas tendencias y a las nuevas caras.
¿Es usted un indignado?
Lo soy y a mucha honra. Ahora bien, eso no significa que este protestando por todo y a todas horas.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Nunca. Pero aquí estamos todos esperando que nos caiga el trabajo y la solución (que no los hay) del cielo. Siempre pensé que saldría de España por trabajo o para estudiar, pero por una necesidad laboral, nunca me lo había planteado. Ahora agradezco el haberme ido. He encontrado trabajo, he conocido mucha gente, y me han pasado cosas muy buenas en Paris.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Me gustaría volver y encontrarme el panorama completamente distinto. Una cultura sana y revitalizada. En cuanto a mí, me gustaría que me llamaran para trabajar en alguna serie o en alguna obra de teatro interesante, que estuviera sustentada por una buena producción y un buen equipo técnico y artístico.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Para empezar, la clase política debería ir renovándose. La edad media del político español es de 60 años y sé que la experiencia es un grado, pero ya es hora de que entren nuevas ideas en el congreso. Les pediría que no mintieran, que hiciesen desaparecer un montón de puestos políticos que no sirven de nada y renunciaran a los sueldos vitalicios, que la justicia fuese una realidad y revisar el código penal,  que dimitieran los ladrones y mafiosos, que la educación fuera prioridad, que se potencie y cuide la cultura, que la sanidad pública fuese intocable y no fuéramos hacia atrás en temas sociales, que se renovara la constitución del 78 que se ha quedado obsoleta en muchos aspectos y por último que recordaran  que están contratados por nosotros.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Enrique Isla: "Los políticos deberían gestionar el país igual de bien que sus propiedades"

 Nombre: Enrique Isla
Edad: 29
Profesión: Ingeniero
Nivel de estudios: Estudiante de postgrado en la actualidad
Lugar de nacimiento: Madrid
País de residencia: Alemania (Berlín)

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Tuve la oportunidad de estudiar en Múnich (dentro del programa ERASMUS), y la verdad es que fue una experiencia increíble. Fue hace ya casi 5 años, y recuerdo que desde el primer momento quería quedarme en Alemania. Intenté encontrar trabajo, pero como encontré una oportunidad muy buena en Madrid (finales del 2007 comienzo del 2008) decidí volver a España. Pero siendo sincero, desde que comencé a trabajar en España,  una parte de mí quería el cambio.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Sí,  y me ha faltado añadir antes que tanto las condiciones como los compañeros eran ideales.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
En mis cuatro años y medio no busqué trabajo. Recién titulado tuve bastantes ofertas, las condiciones económicas eran buenas en 2 de los 3 trabajos que encontré.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
De momento, estoy muy bien. Todavía no conozco mucha gente, pero el tiempo está acompañando (miedo me da pensar cuánto va a durar…)
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en su actual lugar de residencia?
Las condiciones laborales indudablemente son mejores en Alemania para los ingenieros. Respecto al punto de vista social, siempre depende de los amigos, y como me dijo un ser querido, gente simpática hay en todos los lados. Aunque bien es cierto que aunque uno haga amigos, no son los del “barrio” o “los de toda la vida”.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
De momento no echo de menos España. Me gustaría quedarme un par de años, pero prefiero no pensarlo. Por desgracia, gran parte de esa decisión puede depender de la situación del país, cosa que está fuera del alcance de casi todos nosotros, por mucho que me pese.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
En mi caso, no mucha, pero puede que un tercio si la tenga. Tenemos recursos para estar mejor de lo que estamos, eso es indudable.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Por supuesto. Dentro del mundo de la ingeniería, el poder trabajar en Alemania y con alemanes puede ser una gran experiencia profesional, y no solo está el trabajo, también los idiomas. Y el poder vivir en una ciudad tan multicultural y cosmopolita como Berlín tiene también muchas ventajas desde el punto de vista personal.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Mmmm de momento no me he sentido inmigrante, al menos en la oficina. Quizá ayuda mucho el conocer un poco el idioma, pero nunca me ha dado esa sensación, tampoco cuando estuve estudiando en Múnich.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Impotencia, rabia, sí, muchos adjetivos que ilustran perfectamente lo que piensa la inmensa mayoría de españoles de la situación actual.
¿Es usted un indignado?
Desde hace bastantes años, por desgracia.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Sí, con respecto al hecho de estar trabajando fuera, era mi deseo dese hace tiempo. Por desgracia, también pensaba que algo parecido podía pasarle a nuestro país.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Pasaría por una respuesta social masiva y comprometida a la brutal agresión de derechos y libertades que estamos viviendo.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Me gustaría que por una vez gestionaran el país igual de bien (ya no pido mejor) que gestionan sus propiedades. Con que hicieran eso, tendríamos mucho ganado.